martes, 8 de abril de 2008
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Camino por las calles vacías de mí infancia perdida,
Sola estoy en mis días de invierno, buscando un amor que no llegará jamás,
Más mí soledad no me deja amar,
Los ermitaños me rodean como alma en pena,
Que vagan de un lugar a otro sin cadenas en sus pies,
Los grilletes son míos, no me dejan caminar como yo quisiera,
Ya que el velo que cubren ojos, no me dejan ver más allá de mis lágrimas de sangre, que caen dentro de mí.
Las puertas del amor se han cerrado para mí,
No las puedo abrir, ellas fueron cerradas por dentro,
No puedo tocar el timbre, lo pusieron fuera de mí alcance, para que yo no pudiera tocarla, para que ella saliese,
Solo me gritaron desde una ventana.
¡No hay amor para ti! Se ha extinguido, solo los hermosos tenemos derecho al amor. ¡No tú! Tú eres fea, eres gorda y no delgada. ¡Vete! No hay nada para ti. Yo me fui triste y sin consuelo,
Desde entonces camino sola por las calles vacías de mí destino.
¡Que destierro he sufrido! Que amargo es el sabor de la amargura,
Sólo me queda vivir un día más de pena, ya no quiero existir,
Solo quiero morir, solo deseo cerrar mis ojos y no abrirlos jamás,
No quiero saber más de ti amor funesto mí triste soledad.
Génesis Wood
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